jueves, 16 de noviembre de 2017

The Square. Dir. Ruben Östlund

Irá a los Osar y ganó en Cannes. Tiene una mezcla de la impostura del movimiento Dogma y del espíritu crítico escandinavo. El caso es que no queda títere con cabeza de la burguesía culturalmente abierta pero socialmente clasista. De paso nos deja claro que cualquier cosa puede ser arte si entra en un museo y más si llama la atención. ¿Qué es el arte hoy? ¿Para qué sirve? Una película para reflexionar. La sala estaba llena de estudiantes universitarios,poca gente en un día laborable se puede permitir salir del cine más tarde de las 12,30 de la noche.
Lo que opina Ana:
La vida entre algodones que acompaña al conservador de un museo de arte contemporáneo sueco, se pulveriza al entrar en contacto con el mundo exterior, con una sociedad tan real como la de los inmigrantes que viven en los barrios suburbiales, a los que les cuesta subsistir y cuyas vidas están tan alejadas de los oropeles y banalidades que caracterizan a las de los privilegiados. Hay una denuncia constante e irónica que va cargando con pólvora la película, acrecentando las tensiones y resolviéndolas con respuestas y escenas surrealistas. Muy interesante.

La gran enfermedad del amor. Dir. Michael Showalter

De esta historia romántica, políticamente correcta pese a la relación sentimental difícil culturalmente entre la pareja, un pakistaní y una blanca estadounidense (wasp dicen algunos críticos), lo raro es que una parte importante de la película, casi la mitad, se desarrolla en un hospital. Tiene un guión bastante cargado de diálogos, algunas frases son muy para el público de allí, y, salvo la peculiaridad mencionada, tiene todos los ingredientes de la comedia romántica; aunque no peca de chistosa, tampoco lo hace de ingeniosa. Se ve y ya está.
Lo que opina Ana:
Basada en una historia real esta comedia cuenta la relación entre un chico de origen pakistaní, monologuista de vocación y una chica que estudia psicología, hija de una pareja liberal de profesores universitarios blancos. La relación entre ellos es difícil por las diferencias culturales que los separan, el amor, sin embargo, acabará rompiendo todas las barreras. Está bien resuelta y pasas un buen rato.

domingo, 12 de noviembre de 2017

En cuerpo y alma. Dirª Ildikó Enyedi

Ganó el Oso de Oro a la mejor película en Berlín. No es impresionante, pero está bien. Premio controvertido, como la mayoría. Es una historia de amor y la manera de contarla es novedosa, no tanto por la diferencia de edades de los protagonistas ni por reflejar ambos mundos solitarios, aunque vivan en un contexto urbano y con mucha gente rodeándote, sino porque su encuentro llega a través de los sueños, de la magia del subconsciente, de lo inexplicable, y les ata tanto que no pueden separarse, aunque tarden en encontrarse. El ambiente de su relación es poco propicio, un matadero de vacas. No se corta la directora en enseñarnos la forma de sacrificarlas, y lo primero que piensas es en hacerte vegetariano.
Lo que opina Ana:
Original historia de amor  entre una asperger y un hombre cercano a la jubilación al que parecen habérsele acabado las oportunidades de volver a sentir la locura del amor, ambos acaban uniéndose a través de un sueño común que cada noche les acerca hasta hacerles desearse con toda su fuerza. La historia avanza de forma enigmática, pareja a los sueños recurrentes de sus protagonistas y a la monotonía de la vida en el matadero en el que ambos trabajan, él como director de personal y ella como inspectora técnica. Me pareció una gran película.

El tercer asesinato. Dir. Hirokazu Kore-Eda

Ni es una película típica de Kore-eda, de asuntos familiares tratados con la delicadeza y los matices que enriquecen el universo que quiere mostrarnos, ni es una película fácil de ver. Hace alarde de su dominio en el uso de los recursos cinematográficos: reflejos y duplicidades, imágenes que se vislumbran pero no se ven, saltos narrativos que dan dinamismo a lo que se cuenta, pero se adentra en un género hoy en día no muy frecuente, el de los juicios, el de las defensas, jueces, abogados, testigos y acusados, aunque con el matiz de que no sabemos, ni lo sabremos, si se hace justicia, qué es hacer justicia, quién es el culpable y qué castigo merece. Por eso la película termina con un plano cenital en el que se ve al protagonista en un cruce de calles, en medio, sin saber qué camino tomar. Puede que las dos horas se alarguen demasiado; ahora bien, es cine hecho con dedicación, conocimiento y propósito.
Lo que opina Ana:
Thriller en el que se juega con los conceptos de verdad y mentira, de justicia y delito. Recurso a muchos planos psicológicos, a composiciones turbadoras que juegan con la realidad, no hay respuestas firmes a las preguntas que provoca la trama, se permite la interpretación personal del espectador, que sea él quien recomponga la realidad, ya que nada constituye una verdad infalible.

Handia. Dir. Aitor Arregui y Jon Garaño

Seguramente sea lenta y le falte ritmo, aunque lo que más desajustado me pareció fue la grandilocuencia en la forma de narrar, sobre todo visual: esas tomas aéreas de los paisajes casi como si fuera un documental, ese afán de postal de pueblos, ciudades y calles no encaja bien con la historia, una historia triste de dos fracasos, el de los dos hermanos, uno porque le agrede su propio físico, el otro porque su mente no le deja asentarse en ningún sitio. Tal vez necesitaba un relato más íntimo, más sentido. De todas formas se ve y se oye bien (el euskera es duro de oído). Han hecho un gran esfuerzo económico para reproducir las escenas de guerra (de la primera carlista), de vestimentas, formas de vida y ambientación general. Tal vez, incluso, peque de ello.
Lo que opina Ana:
La historia de un gigante convertido en atracción de feria, ésta es la historia que Handia nos presenta. Estamos en la España isabelina, en una España en la que el carlismo ha sido derrotado y vamos a transitar en medio de aquella sociedad contemplando desde las duras condiciones de vida en los caseríos vascos hasta la modernidad de la corte, viajando a Inglaterra, Francia y Lisboa, moviéndonos con el carromato de los feriantes. Los paisajes serán protagonistas, quizá en exceso. Lo que más me ha gustado es la recreación de la época, lo que menos el ritmo a veces cansino. La historia avanza y retrocede jugando con los tiempos, desvelando poco a poco el destino de sus protagonistas. El euskera entona bien sus realidades y ese duro mundo rural privado de futuro.


La librería. Dirª Isabel Coixet

La vimos en pre estreno en una sala abarrotada de los cines Conde-Duque Alberto Aguilera. Es una película con muy buen propósito, una película humanista, con un texto de un gran nivel literario en casi todo el metraje, pero es un poco lenta, se para de repente y los actores quedan como congelados. Puede que sea el ritmo narrativo que Coixet quiere darle para que vaya calando poco a poco el propósito firme y decidido de esta mujer que contra viento y marea quiere que haya una librería como es debido (¡qué bonita es!) en ese pequeño pueblo de Inglaterra. A Boyero, no muy afín a Coiexet últimamente, le enamoró.
Lo que opina Ana:
Isabel Coixet compone una cuidada oda a la lectura  a través de la adaptación de una novela de Penelope Fitzgerald. Mantiene la estructura de un cuento en el que sus personajes son  maniqueos, los malos siempre tratando de disfrazarlo, pero insaciables en su afán de mantener el poder. El ritmo es lento, a mí no llegó a atraparme, las críticas la han ensalzado y me alegro  aunque no me pueda sumar a tanto alborozo como ha despertado.