Bien valorada por la crítica, en Metrópoli le dan cinco estrellas, es una película que narra una historia de amor pasional, absorbente y excluyente, siempre corriendo el riesgo de romperse. Amor único entre los protagonistas, aunque abierta a otras relaciones. Se cuenta desde el tiempo cumplido, como algo pasado, pero tan real que no se borra.
Todo lo demás es suplementario, los estudios de antropología del protagonista y su biografía compleja, incluso el que al final aparezca este personaje con su identidad de adulto, interpretado por Mathieu Amalric es intrascendente. Lo importante es la relación entre Paul y Ester, lo demás es envoltorio (un poco presuntuoso).