Pasados los días, la película se
agranda. Nada más salir de verla, no quedan definidos todos sus valores, al
irse posando adquiere más cuerpo. Es una historia dura, un thriller
psicológico, una rememoración del Berlín
de la inmediata postguerra, destruido, lleno de fantasmas que luchan por
sobrevivir. Pone el dedo en la llaga al
hablar de la sociedad alemana ajena a la tragedia de los campos, una sociedad
que intenta evitar enfrentarse a la verdad, conocer lo que ha pasado.
La historia se va desvelando hasta
llegar a alumbrarse con un conmovedor
fogonazo final, entretanto hay
muchos silencios y miradas a
través de los que se construye acertadamente el guión.
Emilio: recibió el premio de la Crítica en S. Sebastián. A mi me gustó más la anterior película de Petzold, "Bárbara". El planteamiento de esta es interesante: una mujer judía que vuelve de un campo de concentración, a la que han reconstruido su fisonomía, pretende convencer a su marido de que es ella, al tiempo que ella misma tiene que asegurarse de que él no es un traidor. Vuelve a aparecer el nazismo y sus secuelas,la reflexión sobre la culpa colectiva de los alemanes.
Reconocen los críticos que la película comienza y termina de una forma impactante, sobresaliente. Incluso en Metrópoli le dan cinco estrellas. Es mucho. Le faltan varias cosas: tensión dramática, la película se estanca pronto y se echa en falta más fuerza interpretativa en el protagonista masculino. La reconstrucción histórica, ambientes, calles, se nota mucho que es de estudio, todo perfecto, todo bien colocado, todo casi como nuevo. De todas formas es una película interesante.