Los críticos se congratulan de que el director Kevin Smtith haya abandonado el cine facilón de su última etapa y se le vuelva a identificar con películas suyas anteriores, como Persiguiendo a Amy, aunque la que comento a continuación no tenga mucho que ver con esa película, ni con Clerks.
Es una película dura, con un toque medio cómico, que no sabes muy bien la manera de encajarlo. La Historia de un grupo de integristas, dirigidos por un pastor, Abin Cooper (interpretado por Michael Parks), que persiguen a los homosexuales como el mayor signo de la decadencia del hombre y de la presencia de Satanás, que de paso liquidan a aquellos inocentes que quieren divertirse practicando sexo, aunque sea heterosexual, y todo ello con prédicas, canciones, alabanzas, y con niños presentes, mientras el sacrificado espera su turno, suena un poco cómico y más cuando estos mismos individuos agarran un Kalasnikov y se las tienen tiesas con un destacamento de élite de la policía. Sólo con la mitad de la intranquilidad que genera la película Martha Mrcy May Marlene, que de alguna manera trata de algo semejante, me conformaría. Y para complicarlo un poco más, el mensaje final, el que se refiere a los poderes del Estado, se me escapa completamente.