
A esta película la salvan los actores. La puesta en escena es rebuscada y a veces amanerada. Si fueran historias sueltas, cortos, tendrían más sentido que uniendo todos los tremendos traumas que tiene esta familia. Tanta tragedia pesa al final, te desentiendes.
Lo que opina Ana:
Se le escapa al director el tono, es demasiada la tensión dramática que quiere introducir y la historia acaba chirriando. Lo que sí es excepcional es la labor de los actores, todos ellos están soberbios, Alberto San Juan de premio.