Para Luis Martínez (Metrópoli), esta película de Tarantino es como para Cuarón "Roma", por el afán de reconstruir el pasado, aunque creo que Cuarón pone más de sí mismo. En cualquier caso, son dos grandes películas.
Estamos en 1969, Tarantino tenía entonces 6 años, pero parece que estaba allí, viendo y oyendo el mundo creado por los estudios cinematográficos, casi ya decidido a ser director. No creo que sea una radiografía sentimental, Tarantino es pudoroso, es una recreación personal de ese universo, y, también, los directores son como magos, pueden alterar la realidad sucedida, el deseo de salvar una vida y una época, la vida de Sharon Tate y la de la de aquél Hollywood, y de paso vengarse de esos hippies que más que paz y amor predicaban guerra y muerte. Con ellos Tarantino usa ese toque violento que no puede faltar en su filmografía, aunque aquí esté muy mitigado.
Los protagonistas hacen un tándem perfecto, Di Caprio, una vieja gloria que se resiste a desaparecer, aunque ahora de héroe de antaño se tenga que conformar con papeles de villano, como le recuerda Al Pacino. Su doble Brad Pitt encuentra la horma de su zapato en ese papel, y Margot Robbie, como Sahron Tate, que junta a su belleza y esplendor, la inocencia de vivir la vida sin maldad.
En muchas secuencias hay imágenes de TV a modo de decorado sonoro y visual, o carteles publicitarios de películas y personajes del cine. Es una declaración de amor a este arte, y no sé cómo en Cannes no recibió ni una mención, incomprensible.
CALIFICACIÓN: cuatro estrellas (en Metrópoli, cinco)
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Tarantino rinde homenaje al Hollywood
del final de los 60, al mundo de los estudios, de las series televisivas, de la
radio. Lo hace con cariño, poniendo su sello de violencia cuando le place y
dando vueltas inesperadas al guión. Una gran película.
Vista el 30 de agosto del 2019
Vista el 30 de agosto del 2019