El director debuta con esta película (además es el guionista). La puesta en escena es un poco ruda, planos que te producen una sensación de incomodidad por su antiestética, escenas sin progresión, hasta que poco a poco te acostumbras y vas entrando en la película. Tiene dos cosas a destacar: que pese al tema central que trata, la muerte, no tiene apenas momentos melodramáticos; y la otra, que no adorna nada, te muestra la India como es. Es como la ve un indio, no un occidental. Hay alguna fase un poco edulcorada (la relación entre el abuelo y la nieta), pero en general mantiene un tono sereno. Es como volver a la India, pero desde su lado, no desde el nuestro, que, a pesar de haber estado allí, nunca puedes comprender del todo lo que ellos viven y sienten. Interesante, a pesar de que se nota que el director es primerizo.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Un viaje espiritual a Benarés contado
por un indio, sin concesiones a las miradas occidentales. Hay muchas claves
culturales de las que desconocemos los códigos, pero el mensaje es universal,
el final de la vida, una despedida asumida sin tristezas y que hace despertar
al hijo que va a perder a su padre, obligándole
a relativizar los aspectos mundanos y a buscar los sentimientos
esenciales, lo que de verdad tiene valor.