domingo, 25 de octubre de 2009

París


Seguramente habrá muchas películas más valientes y arriesgadas que no iré a ver (After: el tráiler es horroroso). Desde que están presentados los personajes y las situaciones se encamina a una simple acumulación (facilona y decepcionante) de historias y al final un pegado rápido. Por mucho París que sea el marco y Juliette Binoche esté ahí. Somos unos papanatas (me incluyo).
Lo que opina Ana:
Imposible cuadrar tanta historia paralela, al director se le va la mano, nos presenta una visión de París adentrándose en la vida de algunos de sus habitantes; son demasiados para hacerlo bien, el engranaje tendría que funcionar sin desafinar y no lo consigue. Resulta edulcorada. Las historias pierden su posible interés y llegan a ser a veces esperpénticas. La del inmigrante camerunés es un exceso, no digamos las de las modelos en el mercado de abastos,¡una payasada!, desagradable y desnortada la escena del frutero llevando a su compañera del mercado como si fuera una carretilla. En ese exceso, también abusa de la música, no ha sabido medir nada.

domingo, 18 de octubre de 2009

Los límites del control


No entendí nada, y mejor es no intentar explicarla. La curiosidad de que esté rodada en España, sobre todo ver a estos personajes deambulando por Madrid, y son de renombre, además: Luis Tosar, Tilda Swinton, John Hurt, Gael García Bernal, Bill Murray....Javier Ocaña quedó fascinado: "...una pequeña joya deliberadamente anticomercial".

lunes, 12 de octubre de 2009

Moon


Si hubiera leído antes la crítica de Javier Ocaña no habría ido, y me alegro de no haberlo hecho, porque esta película del hijo de David Bowie, Duncan Jones, es aceptable.

Con referencias a las grandes películas de ciencia-ficción, "2001: una odisea en el espacio" (la computadora, en este caso amiga) y "Blade Runner" (los sentimientos humanos de las que debían de ser sólo máquinas), no tiene la profundidad intelectual de estos referentes, pero está bien narrada. Lástima que al final esa nota aclaratoria eche por tierra y trivialice una posible reflexión sobre la diferencia entre humanos y humanos clonados, y plantearnos si de alguna manera no somos clones, con el tiempo cronometrado y los comportamientos definidos de antemano.
Lo que opina Ana:
Una película de ciencia ficción de ambiente espacial y futurista con pocos medios y mínimos actores, llena de guiños a obras míticas del género como "Odisea 2001 en el espacio". Consigue crear bien el ambiente de opresión y soledad que domina todo el metraje, deja algunos cabos sueltos en el guión, hay aspectos que no se entienden bien, pero en general puede verse. Lo peor es su final, quiere dejarlo todo rematado y lo que consigue es estropear la película.

Si la cosa funciona


Lo inverosímil es cómo al omnipresente protagonista y narrador no le ponen el ojo morado. Hay que tener suerte para pasarte la vida insultando y salir indemne.

Woody Allen es siempre interesante (el cine, pese a ser un miércoles laboral y a última sesión, estaba bastante lleno). Este guión, escrito hace 30 años, a mi me parece un poco ladrillo y resuelto al final de un brochazo. Además, que no sea el propio Allen el que nos cuente sus cuitas (es Larry David) me aleja del personaje. Me sonreí de vez en cuando, no a risotadas como un vecino.
Lo que opina Ana:
Llegaba la última de Woody Allen precedida por unas estupendas críticas que decían que el director había regresado a su mejor manera de hacer cine, a Nueva York, recuperando un estilo que se había desvirtuado en su última etapa europea...
Pues bien, la película se deja ver como todas las suyas, pero en absoluto es una de sus obras maestras. Hablaban de un humor desbordante, tampoco es así. Yo la vi con agrado, como un divertimento más, pero sin rendirme a sus pies; es verdad que comparada con "Cristina, Vicky, Barcelona" hay una clara mejoría, algo fácil dada la mediocridad de esta última cinta. La elección de Larry David para el papel protagonista no me convence.

Gigante


Escribe Jordi Costa que esta película triunfa en los festivales (Berlín, San Sebastián...) porque es "un ejemplo de ese modelo de cine oasis que se beneficia de la desertización de carisma". Es decir, es una película de historias simplonas, contadas de manera correcta, sin estridencias, que deja todo lo que narra en la superficie de las cosas.

Es la ópera prima del cineasta argentino afincado en Uruguay Adrián Biniez. Nos quedamos a la espera de lo que venga.

Me pregunto ¿cuánta gente irá a verla, a pesar de los premios, y eso que en los Golem aguantan tiempo?

Post comentario: buscar el significado de "slapstick", sino no entenderemos la crónica de Jordi Costa.
Lo que opina Ana:
No consiguió interesarme en ningún momento. Pretenciosa y vacía, un quiero y no puedo.

sábado, 3 de octubre de 2009

El secreto de sus ojos



Lo que opina Ana:
Una bellísima película de Campanella que nos presenta una historia de amor como leitmotiv de muchas otras intrigas, mezclándose con el género negro.
Es un guión adaptado de una novela de Eduardo Sacheri, quien junto al propio Campanella, firma este impecable guión. Todo está bien medido, la historia va y viene en el tiempo sin perderse, consiguiendo un relato claro y emocionante. De trasfondo una Argentina que deriva hacia el Terror, no se ahonda en ello, es el decorado real en el que se mueven los personajes.
La interpretación es inmejorable, el papel de Guillermo Francella dando vida a "Sandoval" arranca aplausos, Soledad Villamil lo dice todo con sus ojos y Ricardo Darín vuelve a lucirse una vez más.
La única pega que le encuentro es haberse excedido en el metraje, la última media hora debería haber sido más sintética, parece que el ritmo impecable mantenido hasta entonces comienza a peligrar y empiezas a dudar un poco de si sabrá rematar la acción tan bien como lo venía haciendo hasta entonces.

EMILIO. Escribía furioso Carlos Boyero contra el jurado del Festival de San Sebastián, que había escamoteado cualquier galardón a esta película. En esta ocasión coincido con el crítico. Seguramente no le hace falta el premio desde el punto de vista comercial, porque sólo con lo que está recaudando en Argentina (¿ochenta y un cines en Buenos Aires?), tiene bien pagada la producción. Pero no todo es dinero, y un reconocimiento seguramente le hacia bien, más al Festival que a la película.

La historia es de las que salen de un accidente fortuito, en apariencia sin relevancia, pero va adquiriendo fuerza y profundidad. Además, lo bueno es que está perfectamente engarzada con otros sucesos, y de fondo una gran historia de amor, que de respetuosa casi se queman sus protagonistas (bien Darín; bien, bien Soledad Villamil). Quizá sea un poco desmesurada la parte que tiene que ver con el malo, su localización, búsqueda, detención, resurrección y castigo, pero permite mostrar como de pasada los excesos del poder.

En fin, Campanella, el director, no ha actuado de argentino típico, que te mata con el verbo, sino que ha combinado muy bien todos los recursos cinematográficos.